Deterioro Cognitivo: para el cuidado de tu cerebro y salud mental ¡Un estilo de vida saludable es lo más racional!
Autor Chimalli Digital
El deterioro cognitivo, a las personas es capaz de atormentar pues, en una disminución de la calidad de vida y de la capacidad funcional puede resultar, que progresando sin cesar a la demencia terminara precediendo por lo general, siendo una realidad por enfrentar.
Las enfermedades cardiometabólicas, incluidas la diabetes, las enfermedades cardiacas y los accidentes cerebrovasculares, son factores de riesgo independientes bien documentados para la pérdida de la salud cognitiva.
La multimorbilidad cardiometabólica, definida como la coexistencia de dos o más enfermedades cardiometabólicas, se ha incrementado en frecuencia con el envejecimiento de la población, con un 4.7% de los adultos mayores de 60 años o más que desarrollan al menos dos enfermedades cardiometabólicas comórbidas.
Aunque un número creciente de estudios científicos han sido enfáticos respecto al impacto de enfermedades cardiometabólicas individuales en el envejecimiento cognitivo, solo unos pocos han tomado en cuenta las asociaciones entre su frecuente concurrencia y la pérdida de salud cognitiva.
Sumado a ello, los estudios científicos previos de multimorbilidad cardiometabólica y envejecimiento cognitivo se han limitado a examinar solo a individuos de regiones europeas.
Dichos países tienen una prevalencia más baja de personas con enfermedades cardiometabólicas que algunos países de Asia, lo que podría conducir a estimaciones de efectos diferentes en relación a las asociaciones entre este tipo de enfermedades y el envejecimiento cognitivo.
Dado que los cambios patológicos del cerebro pueden llegar a ser irreversibles, es crucial identificar factores modificables (como los hábitos de vida) para disminuir los riesgos de deterioro cognitivo asociados con las enfermedades cardiometabólicas para prevenir dichos cambios.
Un estilo de vida saludable puede ayudar a prevenir el daño vascular o la inflamación del daño cognitivo atribuido a las enfermedades cardiometabólicas.
Aunque diversos estudios científicos hallaron que la participación en actividades de ocio se relacionó con un menor riesgo de demencia entre las personas con enfermedades cardiometabólicas, y la inactividad física se asoció con un alto riesgo de demencia relacionada con estas enfermedades.
Ninguno de dichos estudios científicos exploró factores de estilo de vida más extensos, como el tabaquismo y el consumo de alcohol, lo que limita las implicaciones de los hallazgos para posibles intervenciones encaminadas hacia otros factores de riesgo modificables.
Por añadidura, aún es un misterio cómo cambian las asociaciones entre los factores del estilo de vida y el deterioro cognitivo a medida que aumenta el número de enfermedades cardiometabólicas.
¿Qué es el deterioro cognitivo? Tras las huellas de la cognición pérdida
El deterioro cognitivo es un síndrome clínico caracterizado por la pérdida o el deterioro de las funciones mentales en distintos dominios conductuales y neuropsicológicos, tales como la memoria, la orientación, el cálculo, la comprensión, el juicio, el lenguaje, el reconocimiento visual, la conducta y la personalidad.
Visto como un síndrome geriátrico, es una alteración de cualquier dimensión de las funciones mentales superiores, que generalmente es multifactorial,
tales como:
⚠ Depresión
⚠ Déficit auditivo y visual
⚠ Hipotiroidismo
⚠ Efectos adversos de medicamentos
🤔 Entre otros
Dicho síndrome amerita una evaluación integral para determinar si la persona padece de demencia o de algún otro problema que pueda ser resuelto.
¿Qué es la demencia? La travesía del deterioro cognitivo
La demencia es un trastorno neurológico con manifestaciones neuropsicológicas y neuropsiquiátricas que se caracteriza por el deterioro de las funciones cognitivas y por la presencia de cambios comportamentales.
En otras palabras, es un síndrome clínico que se caracteriza por una pérdida adquirida de habilidades cognitivas y emocionales de suficiente severidad para interferir con el funcionamiento social, ocupacional, o ambos.
¿Cuál es la diferencia entre el deterioro cognitivo y la demencia? Explorando los límites de la mente
Deterioro cognitivo y demencia son conceptos similares, pero se deben diferenciar por el grado de afectación en la alteración respecto a la funcionalidad.
Por ejemplo, el término “deterioro cognitivo leve” en la actualidad se utiliza para referir a las personas que presentan evidencia de deterioro cognitivo principalmente de la memoria, en las pruebas neuropsicológicas, pero no reúnen criterios para demencia.
Dicho término, también se utiliza para reconocer la fase transicional entre el envejecimiento habitual y la demencia en etapas tempranas.
El deterioro cognitivo leve puede ser una manifestación temprana de demencia tipo Alzheimer.
Envejecimiento Cerebral: los misterios de su fisiología revelados
A lo largo del envejecimiento normal después de los 60 años, se pueden observar los siguientes cambios en el Sistema Nervioso Central (SNC):
Hay pérdida neuronal progresiva, principalmente de la sustancia blanca.
La atrofia cerebral es evidente debido a un ensanchamiento ventricular, el volumen cerebral tiene una disminución progresiva.
Hay disminución en la conectividad a nivel de hipocampo y la región temporoparietal que condiciona un defecto del procesamiento de nueva información.
Los neurotransmisores se encuentran disminuidos, principalmente la acetilcolina que participa junto con el sistema límbico para el procesamiento del aprendizaje, el cual es más lento en el adulto mayor.
Los cambios vasculares asociados a la edad se caracterizan por la formación de ateromas pequeños, engrosamiento y remplazo del tejido muscular por tejido fibroso haciendo los vasos más gruesos y rígidos (aterosclerosis).
La hipertensión y la diabetes favorecen cambios ateroscleróticos hialinos sobre todo a nivel de la sustancia blanca cerebral profunda conocida como leucoaraiosis.
La presencia de placas neuríticas, lesiones neurofibrilares, placas seniles, la acumulación del β-amiloide y lipofuscina a nivel cortical y subcortical se acumulan de manera habitual en el curso del envejecimiento, sin embargo, su presencia excesiva se asocia al deterioro cognitivo.
Deterioro Cognitivo y Demencia: ¡Conoce los factores de riesgo ocultos!
Los factores de riesgo para demencia en general caen dentro de 3 categorías: envejecimiento, genética y ambientales.
Dentro de estas se incluyen: edad avanzada, antecedentes familiares de demencia, trauma craneoencefálico con pérdida de la conciencia, alteraciones en los vasos sanguíneos (Hipertensión, hipercolesterolemia, vasculitis), diabetes mellitus y otros trastornos metabólicos.
Sumado a ello, depresión y otros trastornos psiquiátricos (Esquizofrenia, Psicosis, otros), infecciones del SNC (Meningitis, Encefalitis, Tuberculosis, Sífilis, VIH), abuso del alcohol y otras sustancias, delirium postoperatorio o durante la hospitalización, evento vascular cerebral, cardiopatía isquémica y aterosclerosis, algunos tipos de cáncer y enfermedad de Parkinson.
Mente Ágil, Memoria Fértil: Un estilo de vida saludable como escudo ante el deterioro cognitivo
Recientes hallazgos científicos han sugerido un enfoque especifico para promover comportamientos de estilo de vida saludables para apoyar en el envejecimiento cognitivo relacionado con la multimorbilidad cardiometabólica.
Los procesos fisiopatológicos podrían explicar la asociación entre enfermedades cardiometabólicas únicas y el deterioro cognitivo.
La estrecha interacción estructural y funcional entre las células cerebrales y los vasos sanguíneos cerebrales, junto con su reacción interrelacionada a las lesiones cerebrales, respalda el vínculo entre el accidente cerebrovascular y la demencia.
El cerebro es vulnerable a las deficiencias en el flujo sanguíneo y la patología vascular, lo que pone a las personas con enfermedades cardíacas en alto riesgo de desarrollar demencia.
Sumado a ello, el daño vascular y la carga microvascular cerebral causados por la diabetes también podrían explicar el vínculo entre la diabetes y la demencia.
Más aún, las enfermedades cardiometabólicas pueden conducir a un estado proinflamatorio y la liberación de citocinas inflamatorias contribuye al daño cerebral.
No obstante, solamente algunos estudios científicos se han enfocado en el efecto combinado de enfermedades cardiometabólicas concurrentes sobre la función cognitiva, y estos se han limitado a zonas geográficas específicas.
En un estudio reciente los científicos observaron que los factores de estilo de vida poco saludables aceleran el deterioro cognitivo relacionado con la multimorbilidad cardiometabólica.
Lo cual proporciona evidencia del valor de los comportamientos de estilo de vida protectores para mitigar el deterioro cognitivo asociado con la enfermedad cardiometabólica.
La inactividad física podría aumentar la carga vascular y metabólica debido a la alteración de la homeostasis presión arterial y los niveles glucémicos.
Tambien se ha demostrado que el consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo causan daño cerebral al elevar el daño vascular y los procesos inflamatorios. La inflamación podría acelerar el progreso de la neurodegeneración y la patología vascular en el cerebro.
Precisamente, hallaron que un número creciente de factores de estilo de vida poco saludables se asoció con un mayor grado de deterioro cognitivo asociado con la enfermedad cardiometabólica.
Las vías etiológicas comunes podrían explicar por qué la exposición a factores de estilo de vida poco saludables se asocia con más de una enfermedad cardiometabólica.
Por ejemplo, la inactividad física contribuye a la presión arterial alta, el colesterol alto y la formación de placa en los vasos sanguíneos, lo que puede disminuir el flujo sanguíneo; una vía bien descrita para el desarrollo de accidentes cerebrovasculares y enfermedades del corazón.
Los resultados con los que se cuentan actualmente resaltan el potencial de las intervenciones de estilo de vida combinadas, en lugar de enfocarse en un solo comportamiento de estilo de vida, para prevenir el deterioro cognitivo entre los adultos con condiciones cardiometabólicas comórbidas.
Dicho estudio científico reciente propone que la combinación de condiciones cardiometabólicas podría actuar de manera sinérgica para acelerar el deterioro de la función cognitiva y podría haber un efecto modificador de los estilos de vida poco saludables.
De acuerdo con el Marco de Atención Innovadora para Condiciones Crónicas de la OMS, se propone una hoja de ruta de los sistemas de salud para múltiples condiciones físicas y mentales crónicas, pero no incorpora la complejidad relacionada con la multimorbilidad.
Mientras que lo hallado hace poco por los científicos respalda que la clave para la prevención del deterioro cognitivo en la vejez podría ser fortalecer un enfoque multidisciplinario mediante el desarrollo simultáneo de intervenciones dirigidas a los estilos de vida y tratamientos integrados para las comorbilidades cardiometabólicas.
Siendo importante destacar que los efectos secundarios entre la morbilidad y los estilos de vida deben ser considerados un factor limitante de las posibles intervenciones.
Por ejemplo, los antecedentes de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares pueden prohibir el ejercicio riguroso.
Finalmente, el deterioro cognitivo se asoció con un número creciente de multimorbilidades cardiometabólicas, y los factores de estilo de vida poco saludables pueden acelerar el deterioro cognitivo relacionado con la multimorbilidad cardiometabólica.
Los recientes hallazgos corroboran que el desarrollo de estilos de vida saludables podría retrasar el deterioro cognitivo relacionado con la multimorbilidad cardiometabólica en etapas más tardías de la vida.
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